
Es muy triste ver, desde mi particular punto de vista, cuando algún compañero de trabajo o amigo, sea de la profesión a que se dedique, al momento de sobresalir, les corroe la envidia a sus demás compañeros y en lugar de felicitarlo se comienza a criticar y a demeritar sus logros que sus capacidades laborales o artísticas le llevaron a conquistar y sobresalir en su trabajo.


Editorial Vid fue mi primer salón de clases de la vida real, y le llamo así porque a pesar de tener los consejos de Oscar y su papá, la experiencia era solo mía, pues trataba con los editores, escritores, entintadores, etc., y me percaté de que no todo era color de rosa en el mundo editorial. Recuerdo cuando entregué mi primer número completo (trazo y tinta) desperté los más bajos instintos de mis “compañeros” dibujantes (qué dramático ¿no creen? ) increíblemente me hice de enemigos sin proponérmelo, ya que la rapidez con la cual entregaba, (15 días tomando en cuenta mi novatés) el exigir un pago más justo y sobre todo no dejarme mangonear por los pseudoeditores repercutió en los demas dibujantes, quienes en lugar de preocuparse por la calidad de su trabajo, se dedicaban a criticarme y a tirar mala onda a diestra y siniestra esto, claro, cuando les daba la espalda.
En lo personal siempre creí que la mediocridad jamás tocaría a este fantástico mundo y hablo a nivel artístico, esto me decepcionó a nivel personal y lo peor, me podía viciar por la mediocridad con la que penzaban mis entonces “compañeros”.


Por eso amigos colegas, en lugar de tener envidias y preocuparse si te dan trabajo o no, échenle ganas para ser los mejores.